"El periodismo consiste en decir "Lord Jones ha muerto" a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo" (Chesterton)
"Lo odias y de repente estas dispuesto a cualquier cosa por conseguir una primicia. A pasarte noches en vela, a meterte a sitios increíbles. Es un vicio" (Mario Vargas LLosa)
"El oficio más bello del mundo" (Garcia Márquez)
"El periodismo es una actividad que consiste en recolectar, sintetizar, jerarquizar y publicar información relativa a la actualidad" (Wikipedia)
¿Entonces...?
Me pregunto por qué seguimos intentando encontrar una definición de periodismo.

domingo, 27 de febrero de 2011

Periodismo, verdad y mentira

Recientemente, hemos asistido al siguiente debate: la mentira como recurso literario de los columnistas; la mentira como ironía, humor, exageración o ficción del  periodismo. Fueron sus protagonistas el filólogo Francisco Rico, Arcadi Espada y Javier Cercás.
Lo resumo brevemente. Francisco Rico, fumador empedernido, publico un artículo en El País contra la Ley Antitabaco y, al final del mismo, escribió: “En mi vida he fumado un solo cigarrillo”, lo que motivó protestas de los lectores, al director.
Al respecto, Javier Cercás publicó otro artículo en el que defendía que el periódico puede, en ocasiones, dar cabida a artículos en los que lo que se cuenta no responde a la verdad de los hechos.
Posteriormente, Arcadi Espada en el Mundo escribió una columna en la que narró, con todo detalle, la siguiente mentira: Javier Cercás detenido en una redada de la policía en el barrio madrileño de Arganzuela,  con el fin de demostrar a Cercás  que mentir no es un recurso para defender un argumento.   
En conclusión: un ovillo enredado de conceptos sobre el periodismo, en la modalidad del artículo o la columna de opinión; la verdad y la mentira en el relato  de los hechos; y la ficción o la ironía como herramienta retórica o poética para subrayar o destacar lo que  interesa contar al lector de prensa.   
Puesto que son escritores ilustres, todos, me limito a ir al Diccionario de la Real Academia para tratar de situar los conceptos de las palabras que están en la raíz del problema,  consideraciones éticas y morales aparte, no siendo menos importantes, pues se haría muy largo este post.
Mentira: expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa”
Verdad: Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente; Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa; Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
Ficción: Acción y efecto de fingir; invención; obras literarias o cinematográficas, casi siempre narrativas, que tratan de sucesos y personajes imaginarios.
Imaginario: que sólo existe en la imaginación.
Ironía: figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice; burla fina o disimulada.
Del curso del debate me quedo con una afirmación y una pregunta: “el mejor lugar donde asediar la verdad factual del presente es el periódico. ¿Quiere esto decir que hay que exigir que todo lo que se cuenta en el periódico responda a la verdad de los hechos?
Por supuesto. Los periódicos serios no novelan la realidad presente a sus lectores, ni falsean hechos, reales. La verdad sobre la realidad es el fundamento de su credibilidad y aceptación por el público.  No es incompatible, sin embargo, con que, con frecuencia,  los periódicos serios alojen en sus páginas la opinión de novelistas y escritores ilustres sobre temas de actualidad o no, e incluso lleven hasta esas mismas páginas capítulos de sus novelas.  
     
 Arcadi: http://www.arcadiespada.es/2011/02/15/15-de-febrero-2/

martes, 15 de febrero de 2011

¿QUIEN ES LA BOA?

Hace semanas dedique un comentario a las declaraciones que Max Otte hizo a la Vanguardia, a propósito de su libro "El crash de la información". Esta semana vuelvo sobre el tema y lo hago sobre las páginas 37 a 40 del libro, dónde el economista resume lo que realmente piensa sobre "el debilitamiento de los medios de comunicación y el periodismo" en el marco de "la desinformación" que, según él, afecta a la sociedad y la conduce al colapso, general.
 En resumen: la premisa que maneja Otte, sin matices, es que la prensa ha dejado de ser crítica y el sensacionalismo domina prácticamente todos los medios. Dicho de otro modo: la prensa ha dejado de servir al público.
Otte no dice cosas agradables de oír y repetir. Considera que el periodismo independiente está en crisis, atrapado por las acciones de comunicación de las Relaciones Públicas, oficiales o no. Por tanto, en lugar de ayudar a informar al ciudadano contribuye a todo lo contrario.  ¿Es así?  Puede  ¿Casi siempre? No lo sé. Pero, hace tiempo que vengo alertando de este fenómeno en los foros privados dónde he tenido oportunidad de hablar sobre periodismo.

Una vez,  copié el primer dibujo de "El Principito": la boa que se come al elefante y todos creen que es un sombrero.Me pareció un poco fuerte, pero muy gráfico. Luego pregunte: ¿Quien es la boa: el periodismo o las relaciones publicas? Y los resultados fueron inequívocos. RR.PP es la boa que se come al periodismo.  
Más de 30 años de actividad en una Agencia de información internacional deberían ser suficientes para tener las cosas claras, al respecto. Sin embargo, lo siento: no es así. Resulta obvio que el contexto influye en el desempeño. Se ha comprobado que las condiciones de trabajo y la explosión de información a la que nos vemos sometidos periodistas y medios a veces inducen a transitar por los caminos más cortos. ¿Y ya está? Pues no. La independencia del periodismo es igual o directamente proporcional a la existencia  de periodistas independientes. El independiente es el periodista. La lucha por la independencia empieza por uno mismo. La voluntad de ser independiente reside en uno mismo. Y, nunca hay que hacer esperar a los sueños (OG Mandino)